viernes, febrero 17, 2006

FRáGiL


Todo se queda sin ti, la noche con su pesada oscuridad cubría mi cuerpo ahora solitario y desnudo sin tu aroma. Mis brazos huérfanos de ti clamaban al cielo por los tuyos, aun seguía sintiendo tus abrazos en mí y mis labios añoran ahora tus besos, esos que me hacen temblar y convierten mi cuerpo en una carrera de hormigas, fijaste tu mirada en mis ojos y grabases a fuego tu esencia en mi alma. Ahora solo deseo volver a tocar tu piel, la mía…


Pensar en ti a cada momento, soñar contigo, desear que acabe el día para poder ver de nuevo tus ojos, tu mirada misteriosa, la mirada que lo dice todo…solo tengo un sueño poder llegar a mañana para volver a tocar tu piel, tan suave y tan excitante a la vez que hace que mis sentidos se vuelvan locos, locos por sentirte otra vez…
















Amanece de nuevo y todo empieza a girar, todo cobra un nuevo sentido, el sol refleja sus rayos en las gotas que la humedad de la noche nos deja. Una pequeña llamita de calor mereceré el cuerpo, es tu calor, que me roza para acostumbrar mi piel a lo que me esperan la calle. Atravieso el umbral que me separa de ti a cada paso, dejando atrás la fantasía de los sueños vividos a tu lado. Se plantea esta jornada interesante, me llena el frescor que hay en el amiente, me hace encoger el cuerpo pero no es cierto ese frío, todavía emana de mi cuerpo esa llamita que me dejaste que ahora se pega a mi como una lapa, me atraviesa el corazón como una flecha alojándose en mi alma y es que la llevo clavada en el centro de mi ser, haciendo que sienta su presencia en cada latido. Todo el día paso en un instante, parece que acabo de llegar y ya estoy dirigiendo mis pasos al centro del universo, se abre ante mi la puerta que conducirá este día a la culminación de mi existencia, el poder abrazarte otra vez mientras me miran esos ojos, poderosos y dominantes, que con su frío brillo de plata inundan mi diminuta presencia, absurda presencia sin ti, absurda sin tus besos, existencia que se reduce a ‘0’ en el mismo momento de mi marcha, en el momento en que mi boca deja salir sus diablos, sus adioses y sus llantos. Y de nuevo amanece un nuevo día… diferente pero frío aun.



Se paro de nuevo el tiempo a tu lado, cada despertar mas maravilloso que el anterior, cada vez menos ganas de abandonar ese colchón, testigo de nuestras noches, vigilante que cuida de nuestro sueño… otra noche mas contigo para convencerme de que otra mas nos aguardara ansiosa, deseando nuestra presencia de nuevo en ese colchón, que vio como entre caricias y besos corríamos el velo que cubría nuestro amor… otra y todas las noches del mundo a tu lado , dando sentido a mi absurda existencia, absurda sin ti…

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