
Insignificante vida para algunos, respetuosa libertad para la humanidad, tanto afán de conseguir lo que uno quiere. Somos como pequeñas hormigas, inmunizadas de insecticida, intentando llegar día a día para conseguir que?
Ser madre sin concebir, sin engordar durante nueve meses, a todos nos toca serlo, sin darnos cuenta, todos al fin y al cabo tenemos a alguien para proteger, es un instinto, instinto humano de ayudar y comprender a los que tenemos cerca, por los que soñamos que algún día se protegerán ellos mismos. Pequeñas similitudes unos de otros, parecidos razonables, todos buscamos lo mismo, por alguna razón o otra, seguimos diferentes caminos. Ayudar y que se dejen ayudar, querer y que se dejen querer. Llorar y tener el hombro a punto para que caiga dolor. Gratificante como el sentirse querido, autentico como el beso de una madre a su hijo. Y verdadero como el amor entre ambos.
Te sientas en un bar a esperar, la esperanza no llega, notas su latir cada vez más y más lejos, intentas alcanzar aquello por lo que soñaste, pero ese latir se va enmudeciendo. Más y más hondo…sales del bar por no mirar atrás, cruzas las largas calles mojadas, empapándote de lágrimas disimuladas con la lluvia. Ya podría enseñar el cielo como descargar tanta agua que a tanto nos cuesta. Como destellar sin que nadie se asuste, como tronar asustando a los demás.
Me gustaría entrar en el bar, ver altavoces por todas las pareces, sentir los decibelios latiendo y latiendo. Notar la e la s la p la e la r la a la n la z la a.
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